El primer encuentro internacional de este deporte se remonta al partido disputado entre Inglaterra y Escocia el 30 de noviembre de 1872. El fútbol en ese tiempo era prácticamente desconocido fuera de las islas Británicas, pero lentamente comenzó a desarrollarse en otras partes del mundo. El fútbol debutó como un deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de París 1900, experiencia repetida en Saint Louis 1904 y los Juegos Intercalados de 1906 en Atenas.
El 21 de mayo de 1904 fue fundada la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) con el fin de organizar el desarrollo del deporte. Dentro de sus ideas originales surgió la posibilidad de realizar en 1906 un torneo internacional en Suiza, pero finalmente la propuesta fracasó. Sin embargo, la idea se mantendría y se concretaría cuando en Londres se organizaron los IV Juegos Olímpicos en 1908 y se declaró el fútbol como deporte olímpico oficial. A cargo de la Football Association (no afiliada a la FIFA aún, pero con quien mantenía una estrecha relación), el primer torneo sería ganado por el Reino Unido, seguido por Dinamarca y Países Bajos.
Con el paso de los años el torneo olímpico de fútbol se mantuvo, pero como un evento amateur. En 1909 Sir Thomas Lipton organizaría un torneo profesional entre clubes que representarían a cada país en la ciudad de Turín. Este torneo es denominado a veces como la «primera Copa Mundial». En 1914 la FIFA reconocería al torneo olímpico como un «campeonato mundial de fútbol para amateurs» y decidió hacerse responsable del desarrollo de dicho evento. Tras la Primera Guerra Mundial se realizaría el primer torneo intercontinental en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, donde participaron 13 equipos europeos junto al seleccionado de Egipto.
En los Juegos Olímpicos de París 1924, el primero organizado por la FIFA, se integraron los equipos sudamericanos. En dicho evento, Uruguay se coronaría campeón, revalidaando su título cuatro años más tarde, en Ámsterdam 1928.
La primera Copa Mundial
Durante los Juegos Olímpicos de 1928, la FIFA organizó un congreso donde se decidió finalmente la realización de un torneo de fútbol profesional de nivel internacional en 1930. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente de la FIFA en esos años, estaba a favor de la realización en el país sudamericano, tanto por sus éxitos deportivos como por el hecho de que el país celebraría el centenario de la Jura de la Constitución.
Uruguay fue finalmente elegido por unanimidad, pero eso no implicó el apoyo europeo a la realización del torneo fuera de su continente. Los países europeos invitados al torneo declinaron su participación argumentando que no podían costearse el largo viaje transatlántico en medio de la crisis económica que había azotado al mundo en esos años. A pesar de que Uruguay se ofreció a solventar los costos, sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania acudieron a la cita. Tras el boicot, los organizadores debieron disminuir el número de participantes en el torneo, de 16 a 13.
A pesar de las complicaciones iniciales, el torneo fue un éxito. Los dos primeros partidos fueron disputados simultáneamente: Francia derrotó por 4:1 a México, donde Lucien Laurent anotó el primer gol en la historia del torneo, y Estados Unidos derrotó por 3:0 a Bélgica. Finalmente, los equipos del Río de la Plata avanzaron a la final, Uruguay y Argentina se enfrentaron el 30 de julio de 1930 en el recién inaugurado Estadio Centenario. Tras ganar el encuentro por 4:2, los locales se coronaron como los primeros campeones mundiales de fútbol.
Caracteristicas
La Copa Mundial de Fútbol consta de dos etapas: una fase clasificatoria y una ronda final, considerada esta última usualmente como el evento en sí mismo. El número de participantes en esta ronda final ha variado con el paso de los años: 16 participantes hasta 1978, 24 entre 1982 y 1994 y 32 desde 1998.
Fase clasificatoria
La fase clasificatoria se ha disputado desde 1934. En ella, las selecciones nacionales que desean participar en el torneo se enfrentan en una serie de encuentros. Para ello, las asociaciones de fútbol que dirigen estas selecciones deben ser miembros plenos tanto de la FIFA como de alguna de las seis confederaciones continentales existentes en la actualidad:
AFC (Asian Football Confederation, Confederación de Fútbol de Asia)
CAF (Confédération Africaine de Football, Confederación Africana de Fútbol)
Concacaf (Confederation of North, Central American and Caribbean Association Football, Confederación de Fútbol Asociación de Norte, Centroamérica y el Caribe)
Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol)
OFC (Oceania Football Confederation, Confederación de Fútbol de Oceanía)
UEFA (Union des Associations Européennes de Football, Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas)
Cada una de estas confederaciones organizan un sistema de elección de sus representantes a través de encuentros deportivos. El número de representantes de cada confederación es definido previamente por la FIFA a través de la entrega de cupos, algunos de los cuales son completos equivalentes a un equipo en la fase final y otros son compartidos, en los que un equipo debe definir su clasificación a la ronda final ante un representante de otra confederación en un proceso denominado generalmente repechaje, repesca o play-offs.
Por ejemplo, para el último torneo realizado en 2010, la FIFA estableció la siguiente distribución de los cupos clasificatorios:
UEFA: 13 cupos completos
CAF: 5 cupos completos
Conmebol: 4 cupos completos, un cupo compartido con Concacaf
AFC: 4 cupos completos, un cupo compartido con OFC
Concacaf: 3 cupos completos, un cupo compartido con Conmebol
OFC: un cupo compartido con AFC
A estos cupos se suma el equipo del país organizador del torneo, que desde los orígenes del torneo (a excepción de 1934) ha tenido ese derecho. Los equipos campeones del torneo previo deben en la actualidad participar del proceso clasificatorio, aunque tuvieron el derecho de clasificación automática entre 1938 y 2002.
Elección de la sedeLa fase final del torneo es realizada cada cuatro años y en ella participan los equipos que sortearon exitosamente el proceso clasificatorio y aquellos clasificados por derecho propio. Esta etapa del torneo se realiza a lo largo de un mes exclusivamente en el país organizador designado con anterioridad. Sin embargo, en la Copa Mundial de Fútbol de 2002 el evento fue realizado por Corea del Sur y Japón conjuntamente; aunque la experiencia fue un éxito, el complejo proceso logístico necesario ha hecho que la FIFA considere evitar este tipo de torneos en el futuro.
El país organizador es electo por el Comité Ejecutivo de la FIFA, el cual se reúne seis años antes en Zúrich para poder tomar la decisión. El Comité Ejecutivo está compuesto por diversos representantes de las diferentes confederaciones y es presidido por el presidente de la FIFA. El Comité Ejecutivo realiza una votación simple hasta lograr una mayoría absoluta de votos para determinar el país anfitrión de la Copa. En caso de que haya empate, es el presidente del organismo el encargado de dirimir la situación. En ocasiones anteriores se han logrado acuerdos previos entre los representantes de las candidaturas que han evitado la realización de votaciones o han generado votaciones unánimes. Así, por ejemplo en el 35º Congreso de la FIFA realizado en Londres durante 1966 los representantes de Alemania Occidental, Argentina y España retiraron sus candidaturas al aceptar la propuesta de organizar los torneos de 1974, 1978 y 1982 respectivamente, mientras en 1996 Corea del Sur y Japón aceptaron fusionar sus candidaturas en una sola y así evitar la votación.
La FIFA establece una serie de requisitos para poder organizar el torneo, especialmente en cuanto a infraestructura. En los últimos años las exigencias establecen al menos la existencia en el país de entre 8 a 10 estadios que superen los 40.000 espectadores. En caso de que estas exigencias no sean cumplidas, la FIFA tiene la posibilidad de asignar la sede a otro país.
Sistema de competición en la fase final
A lo largo de la historia de la Copa Mundial se han utilizado diversos sistemas de competición para poder determinar al equipo que se coronará como el mejor del mundo. Sin embargo, existe en general el patrón de establecer dos rondas en la competición, a excepción de 1934 y 1938, ediciones en las que se utilizó un formato único de eliminación directa.
Para la primera ronda del torneo los equipos son distribuidos en grupos de cuatro integrantes, aunque previamente, y debido a la retirada de algunos competidores, han existido grupos de hasta dos combinados. Para ello el comité organizador realiza un sorteo previo en el que se establecen a los mejores equipos como cabezas de series y se procura evitar que equipos de la misma confederación se enfrenten durante la primera ronda, a excepción de los equipos de la UEFA que por su mayor número es imposible que queden todos separados.
En cada uno de los grupos todos los equipos se enfrentan en un cuadrangular simple. Cada equipo acumula a lo largo de estos partidos una puntuación en función de sus resultados: 3 puntos por victoria (hasta 1994 eran sólo 2), 1 por empate y 0 por derrota. Los cuatro equipos son ordenados de acuerdo a su puntuación en forma descendiente. En caso de que haya dos equipos con igual puntuación, existen otros criterios de desempate, que en el presente son:
Mayor diferencia de goles.
Mayor número de goles anotados.
Mayor número de puntos obtenidos en los partidos disputados entre los equipos empatados.
Mayor diferencia de goles en los partidos disputados entre los equipos empatados.
Mayor número de goles anotados en los partidos disputados entre los equipos empatados.
Sorteo del comité organizador.
Los criterios nombrados anteriormente permiten determinar qué equipos se clasifican a la segunda ronda. Cuando el número de participantes es una potencia de 2 (8, 16 ó 32) clasifican los dos mejores equipos del grupo, pero cuando no es así (por ejemplo, 24 participantes) pueden clasificar algunos de los mejores terceros.
En segunda ronda se han utilizado diversos mecanismos de clasificación para la ronda final. La mayoría de éstos corresponden a un sistema de eliminación directa con octavos de final, cuartos de final, semifinales, un partido definitorio del tercer y cuarto lugar y la final. Algunos torneos sin embargo realizaron un nuevo cuadro de grupos para determinar a los finalistas; hasta el torneo de 1950, la final se determinaba a través de un sistema grupal entre los cuatro semifinalistas, sin embargo, el resultado de los diversos encuentros hizo que los últimos dos partidos fueran los que definían al campeón, por lo que son considerados comúnmente como la única final.
Los partidos de eliminación directa, a diferencia de los de primera vuelta, no pueden finalizar con un empate. En caso de que los equipos que se enfrentan finalicen el tiempo reglamentario igualados en número de goles se realiza una prórroga de dos tiempos de quince minutos cada uno (en 1998 y 2002 se utilizó el sistema de gol de oro). En caso de que finalizada esta prórroga la igualdad se mantenga, se realiza una tanda de penaltis de cinco tiros, extendible hasta que haya un equipo que logre la victoria.
Impacto Cultural
Desde que fue por primera vez televisada en 1954, la Copa Mundial ha sido uno de los eventos deportivos más vistos a lo largo del mundo e incluso ha superado a los Juegos Olímpicos. La Copa Mundial de Fútbol de 2002, por ejemplo, tuvo una audiencia acumulada superior a los 28,8 mil millones de espectadores y solamente la final tuvo 1.100 millones en todo el mundo.
Además, es uno de los sucesos más influyentes que existen en la actualidad. Para muchos países la realización del torneo en su patria o incluso la participación del equipo nacional es un hecho histórico de gran relevancia. Por ejemplo, la victoria alemana en la Copa Mundial de Fútbol de 1954 es considerado como uno de los momentos claves para la recuperación de dicho país tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial. El torneo también ha sido utilizado con motivos propagandísticos, tanto por el fascismo en Italia 1934 como por la dictadura militar argentina en 1978. Incluso enfrentamientos bélicos estallarían debido al torneo: un encuentro de fútbol durante el proceso clasificatorio para el Mundial de 1970 exacerbaría la rivalidad entre Honduras y El Salvador, lo que finalmente generaría la llamada Guerra del Fútbol. Una parte de su impacto cultural, lo da también las tertulias existentes entre los hinchas del fútbol, antes, durante y después de cada partido, que son parte en oficinas, restaurantes y hasta en el transporte público, organizando asados, almuerzos y hasta reuniones familiares o de amigos en las casas, para esperar los partidos, de acuerdo al huso horario del país en que se efectúa la transmisión televisiva, como así también del país que la organiza.
La gran repercusión del torneo a lo largo del mundo ha servido también como plataforma para la difusión de la cultura y representaciones artísticas de los países anfitriones. Una muestra de ello fue el Walk of Ideas, una serie de estatuas monumentales representando los principales inventos generados en Alemania y que fue construida durante la realización de la Copa Mundial de Fútbol de 2006. La música también ha tenido un lugar de importancia: la mayoría de los torneos han contado con temas oficiales, los que han alcanzado gran popularidad a lo largo del mundo. Ricky Martin, tras el lanzamiento del tema oficial de Francia 1998, La copa de la vida, pudo dar inicio a su exitosa carrera fuera del mundo hispanohablante.